Con la fresca mañana, cuando todavía el sol no ha levantado por encima de la sierra y tras una breve explicación sobre la biología y situación de las orquídeas, nos decidimos a comenzar la subida en busca de las tres especies que tenemos presentes en este monte.
En nuestro ascenso por la cara oeste de la sierra visitamos una colonia de orquídeas abejeras de la especie Ophrys speculum, que aparecen sobre una ladera pedregosa. Los ejemplares de esta colonia, aparecen en ambos lados de la senda de la ladera.
Ophrys speculum - O. tenthredinifera - O. fusca subsp. lupercalis |
En la marcha nos acompaña el canto de una collalba rubia (Oenanthe hispanica), recién llegada de su viaje migratorio, que más tarde, posada sobre una roca se dejó fotografiar.
Collalba rubia (Oenanthe hispanica) |
Continuamos nuestra marcha hasta la minica de los colores donde pudimos ver el culantrillo de pozo (Adiantum capillus-veneris) un helecho que crece en el interior de la mina, donde puede desarrollarse por el frescor y humedad de sus paredes. Fuera, sobre el montón de tierra extraída antaño de la mina, nos detenemos a ver algún ejemplar de Verbascum sp. y sobre el suelo un manto de uva de pastor (Sedum dasyphyllum y S. album).
Para finalizar nuestro recorrido por la sierra y dejando atrás las orquídeas con motivo de nuestra subida, aprovechamos y decidimos acercarnos a ver las ruinas del castillo de Salvatierra.
En la actualidad el castillo está, en casi su totalidad, reducido a ruinas, pero aún así se puede apreciar su estructura original árabe y algunos añadidos posteriores, y ha sido un interesante yacimiento para el estudio de la baja Edad Media en la comarca del Alto Vinalopó. De los elementos conservados, destaca el torreón norte, algunos lienzos de muralla, varios aljibes para almacenamiento de agua y numerosos recortes en la roca a modo de escaleras e incluso habitaciones. Como interesante curiosidad se conserva un mancala o juego de tablero con los receptáculos perforados en una roca a modo de banco.
El castillo de Salvatierra, es un claro ejemplo de castillo de altura de origen musulmán. Fue construido a finales del siglo X, en época califal ó pre-taifal, y siguió en uso hasta el siglo XIV, cuando fue abandonado en favor del castillo de la Atalaya (S.XII), mayor y más apropiado para los usos a partir de esa época. Las últimas noticias que han aparecido sobre el castillo de Salvatierra mencionan su uso militar en apoyo del castillo de La Atalaya durante el asedio al mismo de 1707. En la vieja fortificación y sus alrededores se han encontrado restos de la edad del bronce (III milenio A.C.), de la época ibero-romana, medieval, moderna y contemporánea. En los alrededores del mismo abundan los recortes practicados en la roca, de origen milenario así como un aljibe que recoge el agua de lluvia de la ladera sur. Un poco más abajo, hacia el núcleo urbano de Villena se encontraba la desaparecida ermita de San Cristóbal, construida también sobre estructuras islámicas. Así pues el Castillo de Salvatierra y sus alrededores constituyen una zona de indudable valor arqueológico que puede considerarse antecesora de la actual Villena. A pesar de estar catalogado como Bien de Interés Cultural y de haber sido estudiado desde distintos enfoques por diversos investigadores (José MªSoler, Fernando Tendero o José Vicente Arnedo, entre otros), el yacimiento se encuentra totalmente abandonado, en un estado de progresivo deterioro y lamentablemente, las pocas noticias que se escuchan sobre el mismo suelen referirse a los expolios que sufre ocasionalmente y que dañan irremediablemente la información que todavía se oculta bajo los estratos no excavados. Es pues necesaria y muy urgente su recuperación y puesta en valor para poner freno a su degradación y poder disfrutar y comprender su enorme valor histórico y cultural.
En nuestra incursión y visita a las ruinas del castillo, nos llamó la atención la presencia de unas artemisias que aparecen de forma extraordinaria en el castillo de Salvatierra y en sus laderas colindantes y que no son típicas del pastizal de montaña que caracteriza esta parte de la sierra.
Artemisia lucentica |
Ejemplares de Artemisia lucentica, son plantas que crecen en suelos gipsícolas y terrenos baldíos, y que en Villena podemos localizarlas en todas la zonas típicas de yesos, abarcado los cabezos y cabecicos, paraje del rubial, las virtudes, el polovar y los saleros principalmente.
Pronto nos dimos cuenta que para la construcción de las paredes y murallas del castillo, se utilizó una amalgama de yeso triturado y molido para fijar las piedras que conforman dichas paredes. La materia prima para poder hacer la masa adhesiva procedería de las zonas de yesos del término de Villena. Y es de aquí, de esta materia prima donde procederían las semillas de artemisia que a día de hoy, 1.000 años después, siguen colonizando el Castillo de Salvatierra, un registro vivo de la antigua edad media.
Jose Carlos Hdez.
Jose Carlos Hdez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario