Tras una madrugada helada, el día daba paso a una mañana agradable entre
los escasos rayos de sol que se adentraban entre los árboles del bosque.
Acompañados por el ornitólogo Julio Merayo García, que ha compartido con el
grupo sus conocimientos y explicaciones sobre las especies que iban apareciendo
durante el transcurso de la mañana, buen número de personas hemos recorrido el
Barranco de la Chola, uno de los barrancos más húmedos de la Sierra de Salinas
donde sobrevive una rica comunidad vegetal propia de ambientes frescos de
montaña, destacando entre estas especies la jara laurel (Cistus laurifolius), el quejigo (Quercus faginea) y el boj (Buxus
sempervirens) como única población en toda la sierra. El recorrido
alcanzaba su cota máxima en el Pico de la Capilla, donde la altura evidente nos
daba la perspectiva de todo el paisaje bajo nuestros pies.
Discreta ha sido la observación de aves a lo largo de la jornada, pero
pronto la magia del monte mediterráneo completaba la escena. Sonidos y voces de distintas
especies de aves nos ayudaban a identificarlas aunque su presencia física estaba
oculta tras el bosque. De entre las especies identificadas el carbonero garrapinos (Periparus ater), agateador europeo (Certhia
brachydactyla), piquituerto (Loxia curvirostra), petirrojo europeo (Erithacus rubecula), mito (Aegithalos caudatus), arrendajo
(Garrulus glandarius), herrerillo capuchino (Parus cristatus), avión roquero (Pytonoprogne
rupestris) y gavilán (Accipiter nisus).
Agradecer a los participantes de la actividad por compartir esta mañana
en la sierra y felicitar al grupo de niños que han mostrado gran interés y
entusiasmo por la observación de nuestras aves.