Vista general del jardín |
El Jardín del Regajo fue uno de los mejores jardines de Villena. Se encuentra en muy mal estado y se ha producido una pérdida progresiva de diversidad por el abandono y buscadores de leña.
Las joyas botánicas de este jardín son:
- 3 ejemplares de boj (Buxus microphylla)
- 2 ejemplares adultos de Almez asiático (Celtis tetrandra)
- 1 ejemplar de pitosporo (Pittosporum tobira) superviviente, al menos dos mas han sido talados recientemente.
Es necesario proteger legalmente estos ejemplares y su entorno y declararlos como árboles de interés local.
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1 comentario:
¡Hola!
Antes de nada, quiero felicitarte por la estupenda labor documental que has realizado escribiendo este artículo que nos viene muy bien a aquellos curiosos que vamos por ahí mirando la naturaleza, y también por tener el ánimo de denunciar públicamente la situación de este paraje.
Hace un rato que volvía a Villena por la carretera de Peña Rubia y, a pesar de la poca luz que quedaba, he decidido parar un momento y ver que tal estaba El Regajo.
Tengo un recuero de niño en el que acompañaba a mi abuelo a este lugar. Creo recordar que ibamos a buscar setas, y de paso a hacer lo que creo que era una de las cosas que más le gustaba: estar en el campo. Aproximarse a este lugar era toda una sensación. La imagen era de un verdor profundísimo, y entrar en aquella espesura te ofrecía la misma sensación mágica que pueden experimentar los que no acostumbran a visitar el bosque, y se maravillan cuando tienen la ocasión de hacerlo.
En los últimos siete u ocho años, mi curiosidad me ha hecho parar en alguna ocasión en este paraje. Estas veces he fijado más mi atención en la caseta que había albergado un pozo de extracción de aguas. No estoy seguro, pero probablemente fue la manera de regar durante décadas los territorios de alrededor, utilizando como infraestructura para transportar el agua la canal tipo acueducto que siempre he visto junto a la carretera. También llamó mi atención el chalé construido en el corazón del jardín y junto al pozo. Por el estilo arquitectónico, parecía haber sido edificado alrededor de los años 60, adosado a otra edificación más antigua, que le hacía las veces de patio interior. El estado de la caseta del pozo era ya ruinoso, y el chalé mostraba signos de semi-abandono, pero todo se mantenía así, a merced del tiempo.
Hoy, el panorama que he podido encontrar es poco menos que estremecedor.
La caseta-pozo está más ruinosa si cabe, la bonita obra hidráulica de regadío se cae a trozos en los tramos donde aún existe, el chalé ha sido asaltado, saqueado y destruido con un nivel de violencia tal, que cuesta imaginar a los malhechores en su tarea. Pero lo que ofrece una imagen más dantesca y triste, es aquello que albergaba vida y da la sensación de haberla perdido: el propio jardín. Uno ve esto y no puede evitar sentir cierta afección y preguntarse: ¿Qué época estamos viviendo?
Si aquí en Villena estamos recibiendo, según se huele, porquería a punta de pala, y no hacemos el necesario esfuerzo por mantener y/o recuperar las escasas áreas verdes y de esparcimiento que tenemos, cabe preguntarse, como hacía el célebre viajero Bruce Chatwin: ¿Qué hago yo aquí?.
Yo, que soy alguien al que le encanta visitar parajes naturales, envidia me dan los lugares que pueden disfrutar los vecinos de otros pueblos no muy lejanos.
En fin, esperemos que el magnífico artículo escrito por Davidacho surta efecto.
:-)
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