Las causas de esta dramática situación son evidentemente
demasiadas para mantener una población estable de lechuza en el conjunto del
territorio. Entre ellas la intensificación de la agricultura extensiva, los
cambios en los usos tradicionales de la huerta y la pérdida de hábitat han sido
las claves definitivas para la pérdida de esta rapaz en las noches de nuestros páramos.
El proyecto para la recuperación de la lechuza en Villena se
ha planteado desde un modelo de acción directa para incrementar la población de
lechuzas mediante la mejora de puntos para su reproducción y el refuerzo con
ejemplares procedentes de centros de recuperación de fauna salvaje.
Censo de los territorios ocupados
Realizamos salidas al campo para evaluar la situación actual
y conocer la presencia o ausencia de lechuza en territorios ocupados con
anterioridad. Estas salidas están basadas en la observación directa en el campo, escuchas nocturnas y búsqueda de rastros que denoten la presencia de la rapaz. Lamentablemente, obtenemos unos resultados de presencia de lechuza inferiores a lo esperado.
Colocación de cajas nido para favorecer la reproducción.
Otro de los factores que está influyendo en la desaparición
de las lechuzas en el territorio es la pérdida de espacios adecuados donde
criar. Para favorecer esta situación se destina parte del proyecto a la
fabricación de cajas-nido con unas dimensiones y características específicas
para lechuza. Las cajas son colocadas en lugares que consideramos favorables
para su ocupación de forma natural, principalmente sobre infraestructuras abandonadas,
próximas a terrenos abiertos como la huerta de Villena.
Reforzamiento de la población
Reforzamiento de la población
Pollos de lechuza cedidos por el Centro de Recuperación de Fauna de Santa Faz
Hacking de lechuza 2018 - Asociación Salvatierra
Para la conservación de una especie tan ligada al medio rural como la lechuza común es imprescindible un uso más tradicional y respetuoso con el entorno, conservando lindes y márgenes naturales de caminos, limitando el uso de plaguicidas, especialmente los destinados para el control de roedores, limitar la velocidad de vehículos en carreteras y caminos de espacios sensibles por la presencia de rapaces nocturnas, y en definitiva la protección y conservación de nuestros campos.
JCHB
Enhorabuena por vuestro trabajo..
ResponderEliminarEstupenda noticia, seguir así.
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